Siempre quise crear un blog y escribir todo lo que me apetecía, pero nunca me atrevía a hacerlo. Por qué? No lo sé. Puede que por pereza. Puede que por miedo a no ser capaz de escribir de manera periódica. No lo sé.
Pero, lo que importa es que ahora estoy aquí, delante de la pantalla, aplastando vilmente las teclas del ordenador, intentando escribir algo decente que pueda despertar tu curiosidad y que decidas quedarte para ver que pasa.
No puedo prometerte que te vaya a gustar, ni que te vaya a divertir, ni que vayamos a arreglar el mundo. No puedo prometerte nada excepto que voy a compartir contigo todo lo que me inquieta. A veces será divertido, otras, no tanto. Algunas veces, incluso, puede que me ponga seria. Pero quiero compartirlo contigo y, quiero que tu lo compartas conmigo.
Tampoco puedo prometerte que esto funcione y, que dentro de un año, siga escribiendo. Pero ahora estoy aquí, contigo, contándote cosas que puede que ni te importen. Pero sigues aquí, así que puede que te interesen un poquito. ¿Qué me dices? ¿Te quedas y nos tomamos un café?
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